La Constitución es lo que el Tribunal Constitucional dice que es. De ahí la importancia y trascendencia de sus decisiones, amén de que es una jurisdicción creada para garantizar la supremacía de la Constitución, la defensa del orden constitucional y la protección de los derechos fundamentales. El control difuso de la constitucionalidad se instauró desde la primera Carta Magna en 1844, dando la posibilidad a todos los tribunales del orden judicial, de revisar la constitucionalidad de las leyes y normas contrarias a la ley suprema. De ahí que se afirme que todo juez es, por defecto, un juez constitucional pues al tomar cualquier decisión debe siempre ejecer la labor de guardián de la ley de leyes. El control concentrado se estableció en nuestro sistema desde 1924 a 1927; siendo nuevamente fijado, en la Constitución del 1994 que antes le dio ese poder a la Suprema Corte de Justicia, y con la reforma de 2010, al órgano constitucional que hoy la ejerce. Ahora bien, las deci...